El gobierno nacional publicó el Decreto 446/2025, que desregula completamente el mercado del gas licuado de petróleo (GLP), eliminando el marco vigente desde 2005 establecido por la Ley 26.020.
La norma firmada por el presidente Javier Milei, el jefe de Gabinete Guillermo Francos y el ministro de Economía Luis Caputo, fue impulsada por el economista Federico Sturzenegger, quien la presentó como un ejemplo de reforma estructural profunda. Según explicó en X:
“Desregulamos el mercado del GLP. Una mala ley kirchnerista de 2005 había metido todos los costos del Estado en un mercado. Esta ley era un claro caso de tutelaje estatal innecesario, donde el Estado se reservaba la potestad de autorizar precios, contratos, operaciones, inversiones y hasta importaciones.”
Qué cambia con el Decreto 446/2025
1. Se eliminan autorizaciones previas
Las empresas fraccionadoras, distribuidoras y comercializadoras ya no necesitarán autorizaciones previas para operar. Basta con una declaración jurada. Si la autoridad no responde en 10 días hábiles, el permiso se considera otorgado por silencio administrativo.
2. Se elimina el control de precios
No habrá más precios máximos fijados por el Estado. El valor de las garrafas será determinado libremente por el mercado, según costos y condiciones locales.
3. Se liberaliza el comercio exterior de GLP
La importación y exportación de gas en garrafas ya no requerirá autorización previa. Si no hay objeción oficial en 7 días hábiles, la operación se considera aprobada.
4. Se permite un mercado común de envases
Las fraccionadoras podrán operar con garrafas de distintas marcas mediante acuerdos entre partes. Esto flexibiliza el sistema y facilita el canje y la logística en todo el país.
5. El rol del Estado se restringe a funciones técnicas
La Secretaría de Energía ya no fijará condiciones comerciales ni administrativas. Su intervención se limitará a tareas de fiscalización técnica y control de seguridad.
Alcance de la reforma
La medida apunta a simplificar la operatoria en un sector clave para millones de hogares, especialmente en el interior del país, donde el GLP representa la principal fuente energética para cocinar y calefaccionar. El decreto busca reducir costos logísticos, promover mayor competencia entre empresas fraccionadoras y habilitar la entrada de nuevos actores al mercado.
El modelo anterior, basado en controles centralizados, autorizaciones políticas y precios de referencia impuestos, generó barreras de entrada, concentración en la distribución y distorsiones de precios que afectaban directamente al consumidor final.
La reforma del GLP se presenta así como parte de una estrategia más amplia de reorganización del Estado, con foco en la simplificación regulatoria, el respeto a la libertad económica y la eliminación de estructuras que limitaban el desarrollo del sector privado.
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